La Medicina Intensiva es una especialidad médica fundamental dedicada al cuidado de pacientes en estado crítico cuya vida está amenazada y que son susceptibles de recuperación. Su campo de acción se centra en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), donde se atienden pacientes médicos y quirúrgicos con enfermedades graves y potencialmente recuperables. El día a día de un médico intensivista se centra en el ámbito hospitalario, también hay que saber tratar la comunicación con los familiares y el trabajo en equipo para brindar la mejor atención especializada a los pacientes críticos. Puede incluir la participación en sesiones clínicas, la atención directa a los pacientes y la realización de procedimientos médicos. La formación del residente en Medicina Intensiva abarca una amplia gama de rotaciones para garantizar una comprensión integral de las diversas patologías que pueden encontrarse en la UCI. Los aspectos técnicos y fisiopatológicos son fundamentales en esta especialidad, así como las habilidades en el manejo del paciente crítico y la capacidad para trabajar en equipo y tomar decisiones rápidas y precisas. Aunque la Medicina Intensiva puede ser una especialidad exigente física y emocionalmente, ofrece una gran satisfacción personal al ayudar a pacientes en situaciones de gravedad extrema y al ver cómo las decisiones terapéuticas pueden influir en su evolución. La investigación y la mejora continua de los métodos de tratamiento son áreas de constante desarrollo en esta especialidad, junto con el desafío de mantener un equilibrio adecuado entre la demanda laboral y el bienestar personal del médico intensivista. Existen 2 grandes programas universitarios de la medicina intensiva: el adulto y el pediátrico. ¿Cuánto dura el programa de especialización? y ¿Dónde puedo especializarme? Medicina Intensiva adultos (4 años): Universidad Finis Terrae Pontificia Universidad Católica de Chile Universidad de Chile Medicina Intensiva pediátrica: Universidad Católica (4 años) Universidad de Concepción (3 años)